Los primeros estudios sobre la deficiencia de L-carnitina en humanos se publicaron a principios de los años setenta, y más tarde comenzaron a publicarse estudios relacionados con el uso de la L-carnitina líquida y en cápsulas como quemadores de grasa y en pastillas para bajar de peso.
Hasta entonces se pensaba generalmente que era imposible sufrir una deficiencia de L-carnitina. Sin embargo, hoy en día es conocido que existen personas cuyos organismos son incapaces de absorber una cantidad suficiente de L-Carnitina a través de la ingesta de alimentos.
La deficiencia de L-Carnitina (uno de los principales factores a tener en cuenta para bajar de peso) se clasifica en dos grandes grupos:
- Deficiencia de L-Carnitina sistémica que ocurre cuando el organismo es incapaz de sintetizar la L-carnitina de manera orgánica
- La deficiencia de L-Carnitina miopática, que afecta solamente al tejido muscular.
Las insuficiencias de L-Carnitina en el organismo pueden deberse a factores genéticos, problemas renales o hepáticos, dietas ricas en grasas, la toma de determinados medicamentos o escasos niveles de los aminoácidos esenciales lisina y/o metionina que como se ha explicado anteriormente son componentes necesarios en la síntesis de la L-carnitina en el cuerpo.
A veces la deficiencia de L-Carnitina puede estar asociada a enfermedades tales como la diabetes y la cirrosis ya que afectan a los órganos vitales responsables de sintetizar este nutriente por lo tanto sin L-carnitina puede resultar difícil bajar de peso.
En resumidas cuentas, algunas de las causas conocidas de la deficiencia de L-carnitina en el organismo – con el consecuente impacto sobre nuestros intentos de bajar de peso – son las siguientes y deben de ser necesariamente estudiadas por un médico antes de bajar de peso
- Deficiencia de lisina o metionina.
- Deficiencia de hierro, vitamina C, vitamina B3 o vitamina B6.
- Fallo genético en la síntesis de L-carnitina.
- Mala absorción intestinal.
- Problemas hepáticos o renales que afecten a la síntesis de L-carnitina.
- Defectos en el transporte de L-carnitina desde los tejidos de origen a los de destino (la mitocondria de las células).
- Aumento de la necesidad de L-carnitina, por una dieta demasiado abundante en lípidos, por estrés, por el consumo de ciertos medicamentos y por causa de algunas enfermedades como las mencionadas anteriormente.
Un déficit de L-Carnitina puede provocar síntomas como la fatiga, dolor de pecho, dolor músculo-esquelético, debilidad generalizada, hipotensión y/o confusión.
Fatiga provocada por la falta de L-Carnitina |
Algunos individuos – por tanto – aunque no estén necesariamente intentando bajar de peso a través de la ingesta de quemadores de grasa – necesitan suplementos nutricionales de L-carnitina para mantener un metabolismo adecuado y evitar estos potenciales efectos negativos que pueden resultar de la falta de L-carnitina.
Antes de tomar pastillas para bajar de peso o quemadores de grasa, por tanto, es importante consultar con nuestro médico para que evalúe si tenemos algún tipo de problema en la producción orgánica de L-Carnitina.
La deficiencia de L-Carnitina también puede producir dolor muscular |